LOS POLLUELOS DE TANTO CANTAR QUERON AFONICOS. EL GALLO KIRICO. Caxú Molinet Barreiro ©®™
Caxu Molinet Barreiro
De tanto cantar
jugando
al corro los polluelos
cantando
que llueva
que llueva
la virgen de la Cueva
al día siguiente calló
un buen chaparrón
los polluelos
quisieron salir
a jugar
chapotear
al prado
en los charcos,
revolotear
en la hierba húmeda
de la huerta,
al otro día
no tenían
ninguna gana de salir
a jugar
tan solo querían
estar debajo
del cuerpecito
de su mamaíta
que estaba mullidito
y calentito,
no tenían
ni ganas de comer
tan solo de beber,
su papaíto
el gallo Quico
o Kirico
fue al veterinario
de cabecera
para que los viera
y recetará
algo para que volvieran
a ser los que eran
antes,
pero en las que se vio
nada más salir
del corral
con el vendaval
que hacía,
no sabía
que hacer.
para no quedarse
sin plumas,
ni cola, sin pico
no encontraba
ningún vehículo propio
para dirigirse
hacia su facultativo
iba cobijándose
portales que encontraba
por el camino,
finalmente llegó casi
volando a la consulta
pero estornudando,
el doctor
le recetó un jarabe
para la tos
otro para el resfriado
especial para gallos,
gallinas y pollitos,
lo acompañó
en su carruaje
descapotable,
con la capota
puesta para no mojarse
ninguno de los dos,
osculto a los polluelos
les receto
el mismo jarabe
pero que se lo dieran
en pequeñas dosis
durante tres días,
os dan las buenas noches
tomándose una buena taza de leche
con migas de pan bien caliente
se toman su jarabe
y se van a acostar
para mañana poder
madrugar
y jugar.
Caxú©
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