Cuarta parte de Carolina Modernista visita virtual su Galicia Pontevedra
Carolina sueña con su Galicia del alma, con tanta pasión que no puede vivir sin ella, así que recordando que hace tres años navegando por internet ,recordó, que encontró un castillo del siglo XIX. y tres palacetes del mismo siglo y del siglo XX, muy dispuesta ella , a la par que coqueta, se dispone a vestirse con ropa de domingo de dicha época ,se imagina que está en sus Rias Baixas y vuela que volando se va con la imaginación a Pontevedra.
EL EDIFICIO:
castillo de Monterreal.
En el siglo XIX
En esta península de apenas dieciocho hectáreas ha habido asentamientos humanos desde la antigüedad por su especial ubicación frente a la ría. Primero existió un castro y luego una construcción militar con muralla defensiva conocida como castillo de Monterreal. En el siglo XIX, un nuevo edificio sustituyó la fortaleza medieval. El palacio Elduayen, de propiedad privada, que el Estado compró en 1963 para
instalar un parador en la península, se consideró de imposible aprovechamiento y se proyectó un moderno establecimiento de nueva planta. Éste se edificó pensando en las vistas y las condiciones de humedad e insolación de la zona.
Para ello se diseñó un cuerpo central sensiblemente rectangular con un amplio patio interior protegido y otro cuerpo con un patio abierto orientado hacia el sur. Se proyectó igualmente una bodega típica en las antiguas caballerizas y se restauraron parte de las murallas de la península
Villa Pilar S XIX en Pontevedra
AROUSA
El secreto de «Villa Pilar»
Reportaje | Una casa singular El Colegio de Arquitectos homenajeó ayer, en su Día Mundial, a un edificio centenario sobre el que aún pesa el misterio de quién fue realmente el autor de sus planos
MARTIÑO SUÁREZ
2005/10/03 06:00 h
El Colegio de Arquitectos pontevedrés homenajeó ayer a un edificio que cumple cien años y sobre el que pesa cierto misterio. El autor del proyecto de Villa Pilar.Los planos que se conservan son los que dibujó Antonio Crespo a finales del XIX, pero no se parecen
al resultado final. Ángel Canabal Chamosa, afiliado al Colegio y especialista en construcciones indianas, sospecha que un cubano puede estar detrás del diseño. Sus propietarios, descendientes del promotor, también dicen que la idea no tiene un padre claro. La historia de Villa Pilar es la de su impulsor, Manuel Martínez Bautista, hijo de una pontevedresa y un vecino de Tenorio. En 1840, con 17 años, sus padres lo enviaron a La Habana con una carta de recomendación en el bolsillo. En un decenio, había amasado ya una buena fortuna en Cuba, con negocios como un almacén de vajillas al que había llamado La Joven América. Martínez Bautista nunca se casó, y fue acumulando el dinero suficiente como para poder trasladarse a Nueva York. Allí abrió, nada menos que el número 10 de Wall Street, un pequeño negocio de banca y de inversiones en bolsa. Al morir, cuenta Xosé Fortes en Pontevedra en el espejo del tiempo,
tenía acciones de
empresas tan variopintas como el ferrocarril de Illinois, New York Central Hudson River o Chicago Rock Island Pacific. La milla de oro Con la billetera bien dotada, Martínez Bautista volvió en alguna ocasión a Pontevedra, en donde decidió hacerse una casa en la que probablemente era, a finales del XIX, la milla de oro de la ciudad. «Entonces -explica Canabal Chamosa-,
las clases bajas se concentraban en A Moureira, los comerciantes en el casco histórico y la burguesía y los profesionales en el eje Michelena-Riestra».
Martínez Bautista consiguió una parcela en la recién expropiada zona de las Palmeras, y encargó el proyecto de una residencia contundente y reveladora a Antonio Crespo. Aquí empieza la controversia. De los anteproyectos de Crespo apenas
se pueden ver trazas en la construcción final. Su idea era un edificio sólido, con galería hacia las Palmeras, y que ocupaba todo el solar disponible.
Construida
a mediados de siglo en estilo modernista inspiración Gaudí.
ventanales, glorietas y
arcos de medio punto. Fachada alicatada con mosaicos realizados a mano de
origen portugués.
Este palacete se encuentra en un solar que fue adquirido antiguamente por la familia Méndez Núñez y data del siglo XIX . Años después sus sobrinas convirtieron este lugar en un importante centro cultural,
y
participaron en la fundación del Museo Provincial con diversas donaciones.
Delante del Palacete rodeado de unos cuidados jardines, y al inicio de la avenida de Santa María, se
localiza una de las cuatro fuentes de hierro del siglo XIX situadas en
diferentes puntos del centro histórico.
En los jardines destacan varias palmeras, un reloj de sol y el emblema "Rias Baixas" en forma de escultura.
Caxú ©®
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