OTRO FIN DE SEMANA DE 1976 A CUENCA,

 

CUENCA

LAS CASAS VOLADERAS O DEL REY

LA CIUDAD ENCANTADA

LA CATEDRAL DE CUENCA

La verdadera historia de las Casas Colgadas de Cuenca


La primera vez que aparecieron retratadas fue en el 1565, exactamente en el cuadro del artista belga Anton van den Wyndaerde llamado "Cuenca desde el este" y aunque nadie sabe exactamente la fecha de del origen de esta edificación, se cree que se construyeron entre el siglo XV y XVI, aunque algunos expertos indican que son del siglo XIII. Hay tantas incertezas acerca de sus inicios que algunos expertos creen que son de origen medieval mientras que otros opinan que son construcciones musulmanas.

Siguiendo con los misterios, no se sabe con seguridad cuántas Casas Colgadas había en total. Ocho de ellas resistieron hasta el año 1920 aunque en la actualidad solo se mantienen en pie tres de ellas, una llamada "la casa de la Sirena" y las otras dos conocidas como "casas de los Reyes". Todas ellas se conservaron gracias a que a principios del siglo XX el Ayuntamiento de Cuenca las compró y decidió restaurarlas.

Esta edificación es de estilo gótico y como dato curioso es importantes saber que los balcones que sobresalen son mucho más nuevos, pues se instalaron en 1927.

Las conocidas como "casas de los Reyes" fueron lugar de acogida ocasional para personas pobres y sin hogar, aunque su nombre proviene de unos cuantos atrás cuando cumplía la función de alojar a los monarcas de la época en su visita a la ciudad. En cuanto a la "casa de la Sirena" su origen es mucho más incierto y se ha convertido en toda una leyenda de romance palaciego con un final trágico. Sin embargo, como es habitual, no todo el mundo respalda esta historia y hay habitantes que cuentan una leyenda diferente.

Han servido como restaurante y albergan el Museo de Arte Abstracto el cual cuenta con más de 1.500 obras y alrededor de 40.000 visitas anuales. La entrada es totalmente gratuita, ¡aprovecha!

En tu paso por Cuenca no puedes perderte estas curiosas construcciones situadas sobre el río Huécar, además en 1996 recibieron junto con la Catedral gótica de la ciudad el título de Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Por si fuera poco, en 2016 las tres casas fueron galardonadas con el título de Bien de Interés Cultural.

Situada en la localidad pedánea de Valdecabras (CUENCA), en pleno corazón del Parque Natural de la Serranía de Cuenca y rodeada de inmensos pinares, la Ciudad Encantada es sin duda uno de los parajes más espectaculares de nuestro país, donde podrás conocer y aprender el proceso geológico del karst y admirar sus caprichosas formaciones. Por ello, la Ciudad Encantada fue tdeclarada Sitio Natural de Interés Nacional el 11 de junio de 1929.

Su origen se remonta a hace 90 millones de años, cuando la Ciudad Encantada formaba parte del fondo del mar de Thetis. Se trataba de aguas tranquilas, lo que propició la deposición de sales, en especial carbonato cálcico.

Al final del Cretácico y como consecuencia de la orogenia alpina, el mar se retiró y el lecho marino, compuesto de piedra caliza, emergió a la superficie. Miles de años de acción del agua, del viento y del hielo hacen que hoy podamos contemplar este impresionante fenómeno geológico en el que niños y adultos disfrutarán de un mágico entorno donde dejar correr la imaginación...


La Ciudad Encantada es un peculiar paraje natural con formaciones rocosas calcáreas o calizas formadas a lo largo de miles de años progresivamente erosionando las rocas. Está situado cerca de la localidad de Valdecabras, en la provincia de Cuenca y en plena Serranía de Cuenca a una altitud de unos 1500 metros.

El paraje, que se caracteriza por sus abundantes pinares, está declarado Sitio Natural de Interés Nacional. Se trata de un espacio lleno de magia, cuyas rocas han ido sufriendo, a lo largo de los siglos, el efecto del agua y del tiempo, adquiriendo unas formas singulares, muchas de las cuales nos recuerdan objetos o animales.

Que ver en la Ciudad Encantada:

El recorrido que deberemos hacer para visitar la Ciudad Encantada de Cuenca es circular de unos 3 kilómetros, y el camino no entraña ningún problema, ya que se encuentra perfectamente señalizado. El camino de ida nos lo señalan unas balizas de color azul turquesa, siendo igual el de vuelta, aunque en este caso las balizas son de color rosa.

Durante la hora y media que dura el recorrido de está mágica ciudad podremos admirar un gran número de rocas con formas que nos resultarán muy familiares y que dan nombre a cada una de ellas. En cada una de las rocas encontraremos además un atril con información sobre cada una de las figuras que representa.

Las principales figuras que podemos ver en el recorrido son las siguientes:

Tormo Alto

El Tormo alto

Esta formación no sólo es una de las más conocidas y famosas de la Ciudad Encantada, sino que con el tiempo se ha ido convirtiendo en un auténtico icono de Cuenca.

El agua y el paso de los siglos han ido modelando esta roca hasta darle una forma parecida a la de una seta. La explicación de lo que parece una caprichosa y aleatoria silueta se encuentra en el hecho de que la parte superior de la piedra es más resistente a la erosión que el resto.

Los Barcos

Esta formación recibe este nombre porque muchos recuerdan al contemplarla un puerto en el que se encuentran atracadas tres embarcaciones, poco antes de salir a mar abierto a recorrer mundo y vivir mil aventuras.

Para la creación de este singular escenario ha sido necesario además que se produjera lo que es conocido como karstificación, definido como “un fenómeno producido en un suelo debido a la presencia de yeso y calizas, lo que puede dar lugar al efecto de disolución. Esto conlleva la aparición de oquedades, rellenas o no, que pueden hundir partes del terreno en forma brusca, provocando problemas estructurales”.

El Perro

Esta formación está situada en una zona llena de pinos negrales. Es una auténtica obra de la naturaleza, que la ha moldeado otorgándole la forma de un perro, del cual se puede observar claramente su pequeño rabo y su redondeado hocico.

Puente

Esta roca, o, mejor dicho, la forma que ha alcanzado con el tiempo, nos indica que en este lugar hubo una galería subterránea por la que corría agua. Esta agua producía la disolución de las rocas carbonatadas, aumentando cada vez más su acidez, autora del desgaste de las rocas.

Cara del hombre

El nombre de esta roca, como fácilmente podemos deducir, se debe a la facilidad con la que en ella podemos ver todos y cada uno de los rasgos de una cara humana.

Para aquellos a quienes les gustan las curiosidades hemos de decir que se trata de la roca más fotografiada de entre todas las que forman parte de la Ciudad Encantada.

La Foca


Cuando nos encontramos ya en lo que podríamos calificar de “profundidades de la Ciudad Encantada”, y antes de introducirnos en un conjunto de estrechos callejones, encontramos esta peculiar roca. Enseguida nos damos cuenta del motivo por el que se le ha puesto tal nombre, ya que podemos ver perfectamente su forma: la de una foca realizando equilibrios con una pelota en su nariz.

El Tobogán


Cuando dejamos atrás la roca con forma de foca, sí podemos afirmar ya que vamos a adentrarnos en los callejones de este lugar, antes citados. Lo primero que encontraremos en ellos es la roca titulada El Tobogán, en un pasadizo estrecho y con abundante humedad.

Se trata de una gran hendidura, que para muchos supone uno de los escenarios más espectaculares de entre los que se pueden encontrar en la Ciudad Encantada.

Mar de Piedra

En este caso, la formación consiste en una estructura horizontal de gran tamaño, con un nombre técnico, “lapiaz”. El origen de la aparición de esta peculiar formación se encuentra en la meteorización física, producida por los diversos elementos, tales como el hielo, el agua, el viento, y otros.

Lucha entre elefante y cocodrilo


La lucha del elefante y  el cocodrilo 








En esta formación podemos ver dos animales, un elefante y un cocodrilo. Ambos se encuentran luchando entre sí, formando con sus cuerpos un puente natural.

El Convento


Consiste en los restos de una galería subterránea muy antigua, que con el tiempo ha ido adquiriendo la forma de arco ojival. Es lo único que se puede contemplar hoy en día, lo cual provoca que sea conocida también con el nombre de “Puerta del Convento”.

La Tortuga

A un primer golpe de vista, nos damos ya cuenta de que esta roca representa también a un animal, en este caso una simpática tortuga que saca la cabeza por debajo de su caparazón, observándonos fijamente con sus saltones y peculiares ojos.

Los Osos






Muy cerca ya del final del recorrido encontramos nuevamente una pareja de animales, que en este caso son dos osos. No hay duda de que esta formación nos pone un poco tristes, ya que nos hace pensar en que no hace mucho tiempo abundantes ejemplares de estos animales corrían por esta provincia, más concretamente por los atractivos escenarios de la Serranía de Cuenca.

Los amantes de Teruel

http://www.ciudadencantada.es



enlaces correctos en la web, http://www.ciudadencantada.es) con la información de horarios, 


Con esta curiosa formación rocosa sí llegamos ya al final del recorrido por la Ciudad Encantada. La roca tiene la forma de dos cabezas besándose, y personaliza a una de las parejas de amantes más famosas de nuestro país, Juan Diego e Isabel de Segura, más conocidos como los Amantes de Teruel, con una, que vivieron en el siglo XIII en dicha ciudad, y que fueron los protagonistas de una triste leyenda que ha llegado a simbolizar el amor imposible.

También en Cartagena en uno de sus municipios Mazarron, en Bolnuevo se encuentra otra ciudad Encantada, en la playa de las Gredas

Muy cerca de Puerto de Mazarrón encontramos este pequeño pueblo que puede presumir de tener un paisaje casi mágico, más propio de películas de ciencia ficción. Las erosiones de Bolnuevo, más místicamente llamadas Ciudad Encantada, son formaciones de roca talladas y moldeadas por el viento que no podrás dejar de fotografiar.




La Catedral


La catedral de Cuenca es uno de los edificios más particulares de la Edad Media española y mucho se ha escrito acerca de ella para explicar su presencia en estas tierras ásperas de la Castilla Meridional.

Cuenca fue conquistada por Alfonso VIII de Castilla en el año 1177. A continuación la Mezquita fue cristianizada como era habitual hasta que se pudieran acometer las obras de un templo ex-novo de tipología cristiana. Esto debió suceder entre diez o veinte años después.

En 1208 se había consagrado el Altar Mayor por lo que la cabecera debió estar construida completamente para esa fecha.

Como tradicionalmente se ha adscrito la Catedral de Cuenca a la corriente franconormanda, o más acertadammente de la Île-de-France, de la segunda mitad del siglo XII, se piensa que la reina Leonor inducuría que en ella participaran arquitectos del norte de Francia, que conocían lo que se realizaba en Laon.

El caso es que se trata de un edificio que, salvo peculiaridades y simplificaciones, se puede incluir en la categoría de Primer Gótico francés, es decir, perteneciente a esa corriente del siglo XII previa al gótico clásico y que tiene sus mejores exponentes en catedrales francesas como Laon, Soissons y París.

La iglesia original debió tener una cabecera de cinco ábsides escalonados, siendo el central muy desarrollado, aunque esta parte, como veremos, sufrió una importante transformación en el siglo XV.

Esta cabecera se unía a un transepto bastante prolongado y un cuerpo de tres naves.

En el crucero, se levantó una bóveda octopartita que sirve de apoyo a la gran torre del Ángel. Ésta es de base cuadrada en su primer tramo y octogonal en el superior.

No es mucho lo que se aprecia de la catedral de Cuenca en su vertiente exterior ya que se encuentra agobiada por distintas construcciones, además de haber sufrido bastantes transformaciones.

Lo más notorio es la gran fachada principal neogótica construida por Vicente Lampérez a comienzos de siglo XX (1910). Esta fachada había llegado a comienzos del siglo XX con elementos originales de época gótica y otros barrocos del siglo XVIII. Sea como fuera, en 1902 se derrumbó la torre del Giraldo y se llevó por delante parte de esta fachada (además de algunas vidas). Así surgió el proyecto para realizar un nuevo cerramiento de las naves. Lampérez se ocupó de la obra que también quedó inacabada, extremo que se aprecia en las torres inconclusas y en una serie de motivos ornamentales no rematados completamente.

Esta espectacular fachada, según su autor, pretendió reproducir la original. Tiene tres puertas de arco apuntado y por encima un piso con arcos apuntados y en medio un rosetón que imita completamente el del hastial norte del transepto. El remate está protagonizado por una galería porticada.

Otro elemento importante que se aprecia es el aspecto exterior de la Torre del Ángel que muestra en el exterior dos cuerpos superpuestos. El primero sólo se anima con un ventanal bíforo en cada cara con su respectivo mainel con columnilla. El piso superior muestra cuatro arcos apuntados muy rasgados en cada una de las caras.

De las naves, lo que mejor se puede contemplar son los muros correspondientes a los tramos de los pies del muro norte.

Los ventanales de las naves laterales son óculos circulares con tracerías polilobuladas. Por su parte los vanos de la nave central también son circulares y no tienen tracerías. Éstos últimos sólo llevan una especia de guardapolvos de arco ojival con decoración floran y rostros humanos en sus arranques. Entre medias se aprecia perfectamente la estructura de arbotantes.

El interior de la catedral es, con mucho, lo más importante e interesante del templo.

Como en tantas catedrales españolas el coro se ubica en medio de la nave principal lo que impide una visión de conjunto del templo desde los pies.

La cabecera, primera parte de la construcción, sólo conserva de los siglos XII-XIII el ábside central, pues los laterales fueron eliminados en el siglo XV para construir una doble girola ya con la arquitectura y la estética propia del gótico final (bóvedas estrelladas) pero inspirada en la girola de la seo de Toledo.

Esta girola de dos naves se construyó alternando tramos cuadrados y triangulares (no trapezoidales) como sucede el catedral de Toledo. Los pilares llevan multitud de finísimas columnillas sin apenas capitel que se prolongan en innumerables nervios para formar la citada bóveda estrellada.

Esta alteración hace mucho más espacioso el templo creando una cabecera hipertrofiada en comparación con la moderada superficie de las naves.

Mucho más interesante es el ábside central que se ha conservado. Tiene planta poligonal de siete lados y muestra un alzado con un primer piso de arcos muy apuntados (característica de toda la iglesia) con un segundo nivel de claristorio con ventanales de medio punto. El abovedamiento de esta capilla se lleva a cabo con sexpartitas, típica cubrición del primer gótico.

Los apoyos de los nervios son grandes pilares cilíndricos encapitelados y otros mucho más estrechos fasciculados con columnillas. Esta alternancia de apoyos y que ha extrañado a muchos es consecuencia de que en las bóvedas sexpartitas el apoyo que recibe el arco perpiaño soporta menos peso que los que recogen los cruceros por lo que es normal que sean más anchos (de hecho esto se da algunas catedrales góticas francesas como Sens o Bourges).

Las bóvedas sexpartitas también se extienden a otros lugares del templo, como el transepto y los dos primeros tramos de la nave central.

A partir de este punto, las bóvedas se convierten e cuatripartitas, adquiriendo una tipología más clásica.

Hay que citar que los arcos empleados en la obra inicial de los siglos XII y XIII son muy apuntados (de cuatro centros) y que llevan decoración zigzagueada típica de la arquitectura atlántica aunque también muy presente en el tardorrománico español. Por su parte los capiteles son vegetales con cestas bastante limpias y crochets y cogollos muy salientes.

Otra de las características más curiosas y mencionadas de la catedral de Cuenca es, precisamente, el alzado de esta nave central. El primer nivel es el de los arcos formeros como es preceptivo. Más arriba parece que se tuvo que improvisar la "fusión" del nivel del triforio y el claristorio, de tal manera que si bien se abrieron óculos circulares en el muro para dejar entrar la luz, delante se creo una grácil estructura de doble arco trilobulado, tracería circular envuelta por otro arco apuntado. Esta extraña estructura parece ser una solución de compromiso entre un triforio convencional pero que al mismo tiempo fuera piso de ventanas y ambas estructuras no debían molestarse la una a la otra.

Otro elemento curioso es que esta estructura tiene figuras de ángeles en la base del parteluz. Estos ángeles aluden a distintas virtudes.


 

Cartagena 2020


 El texto copiado del enlace de la foto

https://m.arteguias.com/catedral/cuenca.htm



 


 


 


 



RECUERDOS 1984

Caxú 

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