Ayer noche soñé con el tiempo de catequista y otros recuerdos de antaño evoque
Recuerdos ...
Ayer noche soñé
con el ayer
aquel tiempo pasado
en el que fui catequista,
asistía
a catequesis
de adultos, recordé
viejos tiempos
que añore
sigo añorando
la Iglesia donde me casé,
fue catequista
un año, donde bauticé
a mi hija
tiempo de catequista
de mis 7 niños
dos niñas
cinco niños
que aunque ahora
tan sólo me viene
a la memoria
el nombre de tres
si cierro los ojos me vienen
sus caras
y como lejanas
oigo sus voces
rememoró el día
en que una catequista
no pudo asistir
y al repartir
a sus alumnos
me tocó el más revoltoso
un gitanillo que era
y es primo de una de las niñas
a las que les daba clase
el comentaba
que no iba a hacer
la comunión
porque su hermano no la había
hecho que no quería
estar ahí
e intentaba
escabullirse
y mis siete pequeños
de primero de catequesis
se volcaron a ayudarme
a no dejarle escapar
yendo hacia
la puerta
acudía
muy ilusionada
contenta
alegre y feliz
con detalles que les había
comprado
como premio por traer
los deberes hechos
también por buen comportamiento
para todos
había
dos que eran uña y carne
que cuando yo le preguntaba
a uno de ellos
si había hecho los deberes
el me respondía
que no que esperaba
a que viniera su compañero
inseparable para fijarse
en como los hacia
tiempo de noviazgo
que mi media naranja
venía a recogerme
yo salía
con la cabeza que parecía
que me iba a estallar
era por los nervios
y la emoción
acumulada
evocó también el día
después de Reyes
que cayó en miércoles,
que eran los días
que daba catequesis
y los jueves iba al catecumenado
de adultos, ese día
me adelante media hora
para dejarles los regalos
que les habia comprado
( un lápiz,in sacapuntas,
una goma de borrar,
una regla y no se si algún
que otro detalle más),
cuando ya estaban
en la puerta
( a las 7 de la tarde)
yo les dije que me parecía
que los Reyes Magos les habían
dejado regalos en sus sitios,
porque me pareció ver
paquetes en el pupitre
que yo acababa de llegar.
Uno de ellos comentó
que no existían
los Reyes que no era verdad,
al subir las escaleras hacia
la clase y ver ellos los pequeños
paquetes se asombraron
en su semblante
se veía
la felicidad y alegría.
Rememore el jueves santo
de ese mismo año
de 1995 que salí a leer
y al finalizar la misa mi primer
lucero me comentó
que parecía
un ángel ,mi voz, al leer.
Tantos y tantos recuerdos
para narrar
que nunca acabaría
de relatar,
más alegres
y unos pocos tristes
pues también
aquí os dimos el último adiós
a nuestros dos luceros
a los que más quiero.
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