RECUERDO..
Recuerdo,
que antes de casarme,
cuando realizaba
el curso de Auxiliar
de Puericultura,
y de cuando cuidaba
al hijo de una amiga
de mi familia,
la inspiración
me visitaba
los fines de semana
por la tarde,
no me faltaba ningún día.
Los recuerdos,
me rebullían,
me venían
uno tras otro,
junto con las musas
de la inspiración
de la poesía
y de la narración.
Después de estar
bastante tiempo
de "vacaciones"
y sin venirme
a ver,
al cabo de tanto tiempo
se han decidido
a visitarme
el año pasado,
era un goteo
continuado;
ya que las dos
hermanas
que son dos
almas gemelas,
pero diferentes a la vez,
llamaban
con mucha ilusión,
desde primera hora
de la mañana,
desde muy temprano,
cuando yo estaba
realizando
las tareas del hogar;
allá
que voy yo,
"les abro la puerta
de mi hogar,
de par
en par",
dejando
por un instante,
la tarea que estaba
realizando,
cojo, libreta
y boli en mano,
y acto seguido
me disponía
a escribir,
todas las ideas
que el hada
de la poesía
o de la narrativa,
me daban,
en cuanto las acababa
de anotar
en el borrador,
me disponía
a continuar
las labores del hogar,
pues escribía
deprisa y corriendo
para que no se me hiciese tarde,
ya que una vez terminadas,
tenía que ir a comprar,
también las escribía deprisa,
porque no fuera
a ser,
que volará
de mi memoria,
cuan si fuese
una pluma ligera
de un ánade,
ya que por la tarde
querían
relajarse
las dos sisters,
y realizar otras
tareas
que a ellas
le gustasen
además de la literatura.
Este año
además de tomarse
unas super vacaciones
de Navidad,
me vinieron
a ver,
por enero,
muy timidamente,
las dos musas,
no se decidían,
estaban
como anguilosadas,
llamaron un día
y al otro
volvieron
a irse a la estación
a coger el tren,
de la nueva inspiración
y relajación,
porque decían
que seguían
todavía
extresadas
y algo alborotadas
de tanta emoción
del año pasado.
Seguían
pasando
los días,
y llegó el mes de febrero,
una noche,
antes de acostarme,
oí, un timbre,
que sonaba
con mucha emoción
y pasión,
abrí
de nuevo la puerta,
no fuera a ser,
que estuviesen
toda la noche,
toca
que te toca,
en mi cabeza,
y no me dejasen dormir;
allí estaban
de nuevo las dos
hermanas,
ambas muy emocionadas
e ilusionadas,
de volver
a visitar su hogar,
pero sólo
les duró ese día.
Siguieron transcurriendo
los días,
las semanas,
los meses,
hasta este mes,
en que una noche
que me desvelé,
por el bochorno
que no me dejaba
dormir,
volví a oír,
un alegre sonido,
continuo,
no le hice caso,
pues yo solo
quería poder conciliar
el sueño,
pero el sonido
continuaba
y las dos hadas
seguían llamando,
me levanté,
cogí la libreta
y el bolí,
me dirigí
hacia la cocina,
y allí
mismo escribí
todo lo que me dictaba
la musa de la poesía.
Una vez terminada,
dirigí mis pasos
hacia mi dormitorio,
me acosté,
cerré los ojos,
y me relaje,
y finalmente conseguí
conciliar
el sueño y pude dormir.
Volvieron ha pasar
los días,
y de nuevo ayer
noche,
antes de acostarme,
volví
a oír,
un soniquete
en mi cabeza,
cogí la libreta
y el bolígrafo,
les abrí
la ventana,
y entraron
tarareando
una alegre
canción,
una tras
otra,
pero que en vez
de ser
una poesía,
eran tres,
puse el oído
atento,
para poder copiar
las letras
que ellas me tarareaban,
porque no fuera
a ser
que de nuevo
me estuviesen insistiendo
continuadamente,
en mi mente,
y me desvelaran.
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