Recuerdos de mi adolescencia de la calle de mis dos luceros 2022

las casas de oficiales del paseo Alfonso XIII


Calle Alcalde  Amancio  Muñoz 
que en 1973 hasta 1990 se llamó Prolongación del General Primo de Rivera
Que de recuerdos me vienen de mi adolescencia y de antes de casarme de ella y de mi la  vivencia con mis padres
En el n⁰ 54, en el tercero, cada vez que subo 3n el ascensor de ,i casa, y miro el tablero del ascensor al,otear el n⁰ 3 me viene cantidad de recuerdos pasados pero no muy lejano, aquí en casa si me vienen i feminidad de ellos
 El hall recibidor




Su gorro , las metopas



Los dormitorios
La salita de estar, que tenia el  balcón, quitaron
 la pared y la puerta que tenía para aprovechar
el espacio ya que el balcón no era muy grande

El dormitorio salita donde dormía yo,
cuando se casó mi hermana

El pasillo, ala izquierda se encontraban el dormitorio de dos camas, el de matrimonio,la salida de estar, a la derecha el baño grande, el pequeño y la cocina, al fondo estaba el comedor, y a su derecha mi habitación que daba al monte Cantarranas *

Las vajillas fuentes y otros enseres decorativos del hogar  en la vitrina del  mueble bar del  comedor
El comedor










Desde de mi  segundo  dormitorio, el que está a la derecha del comedor se ve el monte Cantarranas y el deposito de agua que construyeron los americanos





El doctor Vicente García Marcos fue, según consta en el expediente municipal incoado, y que fue aprobado en pleno de 20 de enero de 2005, para dar su nombre a una plaza de Cartagena, de nuevo cuño, situada en el lugar que ocupaba la antigua lonja de frutas y verduras frente al desaparecido edificio de las Siervas de Jesús, y lindando con las calles de Ángel Bruna, Carlos III, Enrique Tierno y la Muralla de Tierra, «una persona querida, respetada y admirada por cuantos le conocieron». Isidoro Valverde, su íntimo amigo, le dedicó un capítulo de su Cartagena entrañable titulado La personalidad del cartagenero diciendo: «A Vicente García Marcos, salmantino conquistado por el donaire de nuestro pueblo, aunque -parco en palabras, puntual y presuroso- no salga de su asombro en esta tierra venturosa donde se habla demasiado y donde nadie tiene prisa».

Médico pediatra, que aunque no había nacido en Cartagena, residía en ella desde 1955, don Vicente García Marcos, falleció el 12 de febrero de 2001, tras una penosa enfermedad que supo llevar con toda dignidad y entereza. Su muerte causó honda consternación, incluido este Excmo. Ayuntamiento -dice el expediente- donde había ocupado el puesto de concejal en la primera corporación democrática, entre abril de 1979 y febrero de 1981.
Nació en Sancti-Spiritu (Salamanca), el 9 de marzo de 1930, en el seno de una familia de agricultores y ganaderos, hijo de Bernabé e Isidora. En esta población cursó sus estudios primarios y a la edad de 10 años fue enviado al Colegio de los PP. Tras pasar el examen de Estado, comenzó sus estudios universitarios en la Facultad de Medicina de Salamanca. Se licenció en 1953 con la calificación de sobresaliente. Durante los cursos 1951-52 y 1952-53 fue alumno interno numerario de la cátedra de Pediatría y Puericultura de la mencionada Universidad.

Su relación con la ciudad de Cartagena comenzó cuando de forma casi simultánea, en 1955 y 1956, obtiene el título de Diplomado en Sanidad y el de Médico Puericultor del Estado, una de las oposiciones más exigentes a la que podían optar los pediatras españoles de esos años. Es entonces, el 26 de mayo de 1956, cuando contrae matrimonio con su esposa María Josefa Álvarez Hortal, hija del médico de Sancti-Spiritu, junto con la que se traslada a vivir a Cartagena.

Por Orden de la Dirección general de Sanidad del 23 de julio de 1962, el doctor García Marcos pasó a ser Médico Puericultor del Estado de los Servicios de Higiene Infantil de Cartagena. En estos Servicios -el Centro Secundario de Higiene,- que ocupaban una casa de dos plantas con jardín en la misma ubicación donde actualmente se erige la Dirección de Salud del Área II, en la plaza de San Agustín, Vicente, en su calidad de jefe de los Servicios de Higiene Infantil y director del Centro de Prematuros

JOSÉ MONERRI

La enciclopedia UTHEA del año 1956







Uno de otros recuerdos es de las vacaciones desde 1973 a 1994, de aquellos veranos ,que no estaba todavía la autovía, lo recorríamos por la autopista, subiendo y bajando los puertos de montaña, de la Cadena en Murcia, el Puerto de los Angeles en Madrid, todo con el Simca mil, sin aire acondicionado y la ventanilla abierta, con las caravanas de de coches y de camiones, en la A30. los primeros años que salíamos a lasa siete y media de la mañana, la noche anterior preparábamos las maletas, y limpiábamos la casa, parábamos a desayunar en Albacete, estirábamos las piernas una media hora , y luego al coche, “carretera y manta”, rumbo a Madrid, cuando llegamos, buscábamos un supermercado, para comprar algo para comer, luego seguíamos por la carretera al llegar a medio día, por el camino si encontrábamos una pinada, paramos a comer, encendía el hornillo del camping, y hacer la comida, un año era paella, otro un bocadillo, fruta. al finalizar, caminar un poco, coger el coche y rumbo a nuestra Galicia, pasando por el parador nacional La Gudiña en Orense, llegábamos a Pardavila a las siete y media de la tarde, con melones pequeños amarillos , que mi madre le compraba a mi tío en Cartagena, porque a el le gustaban mucho.
Otros íbamos or Sevilla,Portugal, Pamplona, por Cadiz, que allí vivía mii tío Manolo.
Un año paramos a comer en el Lago de Sanabria, es precioso.
Los últimos años, parábamos a comer en Benavente y en Tordesillas, dormíamos en el hostal Juan Manuel Tordesillas de ahí a Marin.
estando ya en mi Marin, íbamos al poblado celta de Santa Tecla, a ver la Virgen de la Roca, en Bailona, otro año, con mis primos íbamos a Portugal, Braça a visitar el Bon Xesus d Monte, a la Peneda a ver otro santuario, pero mas pequeño que o Bon Xesus, otro con mi tío y mi prima con su hijo fimos a Lisboa. a Fatima
Castro Baroña, Santiago,……….
también los primeros quince días de agosto los pasábamos en Louro, de ahí íbamos a visitar a otros primos de mi madre que viven en Esteiro, ya los últimos años, páramos antes a comer en Noia a verlos un día, a la Sierra de Outes, porque habían destinado a mi primo era a la Sierra de Outes. 































































































La antigua lonja de frutas y verduras dio lugar a la plaza en honor al doctor salmantino

Una plaza dedicada al médico de los niños

Vacaciones

















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