QUEDAN MAS COSAS POR CONTAR Y CONFESAR

Me quedan
tantas cosas
por contar
y "confesar",
que no se
por donde empezar
y como continuar.
Hace tiempo, leí un libro que en uno de sus capítulos hablaba sobre la memoria, en el.cual comentaba el autor,psicólogo,  que los recuerdos no se olvidan, sino que con los acontecimientos del día a dia, el presente los va dejando a un lado, y que lo que "ayuda" a que se olviden los recuerdos, es la depresión,los disgustos, la ansiedad y la pena. A lo cual comparó yo al cerebro y a la memoria con un disco duro, en el cual vas archivando carpetas de datos, de imágenes,y que todo lo que has guardado en el al principio se va quedando archivado en otra carpeta en otro lugar.
  Hay días que cuando menos te lo esperas, sin estar pensando ni recordando, ningún hecho pasado, te viene como un flash, y  sobre todo de un ser muy querido,  yo ese recuerdo, que me viene a la memoria, lo interpretó como si me dices, que ella está conmigo, que yo no estoy sola y eso me da seguridad. El mes pasado además de soñar con mi hija, mi hermana, mi sobrino y mi padre, soñé con mi madre, ese fue el primer sueño,  y al cabo de dos semanas,  volví a soñar otra vez con ella, de ese sueño, no me acuerdo de que trataba, pero con ambos me sentí más contenta dentro de mi.
También leí hace algún tiempo en la revista de salud "mente sana",que hay sitios, objetos o detalles que te traen recuerdos, ¡qué verdad es!,pues cuando paso por los lugares que paseabamos cuandoiña nai, non estaba ben, me vienen dichos recuerdos, aunque son menos intensos, que los que me brotaban a los pocos años de fallecer ella, otros eran al pasar por un colegio,el olor a goma de borrar, me emanan remembranzas de cuando iba al colegio.
Pero de los que más claros tengo son los últimos nueve años de tan cruel enfermedad que tuvo mi madre, de esa fecha si quiero recordar los "felices", vienen con ellos unidos los tristes.
Si uno quiere y se esfuerza puede acordarse de todos.
Pero tenemos que estar en el presente, y dejar que ellos vengan a ti, y no llorar por no estar igual de bien que antes, ya que ellos no van a volver a ti, ni tú no puedes ir al pasado, tenemos que recordarlos con alegría y añoranza, y sobre todo cuando tengamos el ánimo bien, merece la pena hacerlo así.