SEMANA SANTA. CINCO MONEDAS DE PLATA

Por cinco míseras
 monedas de plata
por las que te traicionó,
todo por el miserable
 dinero que de nada
vale para nuestra
 salvación,
por esas monedas
te traicionó además
de señalarte
con un ósculo,
para que los centuriones
romanos, supieran
quien era Jesús
y te pudieran coger
 y llevarte ante
los sanedrínes
y de ahí, ante Pilatos.
Todo por falsedad
e incredulidad,
por avaricia,
 por interés malsano
y por traición.
Aunque Tú
mi buen  Señor
 ya lo sabias
de antemano,
puesto que estando
sentado en la mesa,
 el día
 de la última cena,,
comentaste que dos
eran los que te iban
a negar
 y a entregar,
ambos dijeron:
¿quien, yo?
yo no.!.
Pero al final,
cuando llego
 la última hora,
la hora de dolor,
 en ellos,
 muy en el fondo.
de su corazón
reinaba el amor
y el dolor
 de haberte negado
 y entregado,
por unas míseras monedas
y de tanto dolor,
que no podían más,
se arrepintieron,
 uno quitándose la vida,
y el otro cuando lo.cogieron
los centuriones,
quiso que lo crucificararan
al contrario que a Tí,
con la cruz boca abajo