La corona de la virgen de la Piedad
La Piedad saldrá el Lunes Santo con una corona restaurada
Medio millar de perlas, más de cien piezas de pedrería y un chapado nuevo han devuelto su esplendor a la diadema de la Virgen marraja
La Piedad, santo y seña de la procesión del Lunes Santo y una de las imágenes más veneradas por todos los procesionistas y por los marrajos, en particular, saldrá de Santa María, el próximo 26 de marzo, con una corona completamente restaurada. La joyería Aurum asumió hace dos meses el encargo de la agrupación y acaba de concluir un trabajo arduo y meticuloso, pero muy agradecido. El presidente de la Agrupación, Francisco Castillejo, informó a 'La Verdad' de que pronto recogerán la pieza, que estará a buen recaudo hasta el día del desfile.
El proceso de elaboración de la corona comenzó en 1963, con una cuestación popular que se denominó 'Operación Plata'. «Cada feligrés aportó lo que pudo: anillos, pendientes, lo que tuvieran, como material para fabricarla», explicó Castillejo, que no recuerda qué artesano la hizo, pero sí que fue de Murcia.
El entonces alcalde Federico Trillo-Figueroa se la impuso a la imagen el 24 de marzo de 1964, primer año en el que la Piedad la lució en su procesión. En los 53 años transcurridos, los elementos de la joya se han deteriorado, pese a que en 1989 ya se hizo una puesta a punto.
La tarea encomendada a Francisco Caparrós, de Aurum, no era fácil. «Tenemos una corona imperial con aureola o diadema, rodeada por unos remates llamados potencias, que acaban en unas estrellas. Además, de ella cuelgan las donaciones incorporadas por los cofrades, incluidas muchas joyas», explicó el artesano.
Entre las tareas realizadas está la limpieza metálica y el chapado de 0,3 micras en oro, así como el lacado al horno de la estructura principal. Los cuatro ángeles de la corona, las imágenes de la Fe, la Esperanza y la Caridad, fueron replateadas y la segunda de ellas fue asegurada mediante un remache más sólido. También hay nuevas piezas de plata para sustituir algunas que faltaban, como una estrella de una de las potencias o esplendor.
Uno de los cambios más importantes está en la pedrería. Aurum ha sustituido todas las perlas de plástico. Para ella empleó medio millar de perlas cultivadas, fijadas con hilo de seda. Asimismo, cambio engarces de cristal por circonitas de variados colores, amatistas y espinelas. Como remete, sustituyó un camafeo y restauró los dos escudos de la agrupación y el de la cofradía, con un tratamiento de porcelana en frío.
Como innovación, el joyero fijó los remates de las potencias de una forma que aumentará su tintineo con la marcha de los portapasos.
La agrupación anunció ayer que expondrá la corona sobre una peana durante una hora antes de la salida de la procesión del Lunes Santo, para que la admiren los devotos, antes de colocarla sobre la imagen y sacarla en procesión.
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