2020 Cuenta una historia; Poesía dedicada a Malabo

 

Cuenta una histria que allá entre los meses de octubre y noviembre de 1959 una familia partio rumbo a tierras lejanas a una colonia española, ya que de aquella los militares ganaban poco, y al estar en otro destino fuera de España ganaban un poco más; las hijas tenian la mayor seis años y la pequeña nueve meses cuando partieron de Marin rumbo a Malabo, aqui os drjo parte de algunas vivencias de la pequeña.

Cuando tenia nueve meses, en ese tiempo , mi padre pidió que le destinaran a Guinea Española (Malabo).-Las cosas que yo recuerdo de ese tiempo pasado allí ,-son anécdotas que me han contado mis padres, nosotros vivimos cuatro años en Guinea Ecuatorial( Malabo). Aquello según nos contaba mi madre, era precioso , sobre todo ver amanecer y atardecer, puesto que en un abrir y cerrar de ojos,enseguida cambiaba, y lo que también era divino observar lo rápido que brotaban las semillas que plantabas, y que de un día a otro ya tenían como un palmo de largo.

Cambio de apetito

   Un día la chacha que nos cuidaba (no se exactamente el 

tiempo que la tuvimos en casa) nos llevo a mi hermana y a mi a su casa,-según me comento mi madrecíta,hace mucho tiempo,- que desde ese día ya no comía tan bien como antes, pues por lo que me relato ,que lo mas seguro es que me 

dieran algo de su comida, que me quito el buen apetito que tenía anteriormente a ese día . 

  Ahora pasare ha relatar:

Las pequeñas y grandes aventuras"

  Las "aventuras " transcurren entre uno y los cuatro años, ha exactamente, no se muy bien con cuantos años realice cada una de ellas, pues no caí en preguntarles a mis lo mas seguro es que ellos tampoco supieran con exactitud los años transcurrieron, puesto que cuando me lo contaron,me comentaron que era pequeña, y que tenía alrededor de los dos o tres años cuando realicé dichas peripecias.

Las mil y una aventuras de Juani, alias la intrépida y valerosa Caxú.                          

 Mi primera aventura 

"ver el mundo desde el otro lado de la ventana"

podría decirse que fue en la que un 

día, que mi madre iba a tender la ropa, le encargo a mi 

hermana, que estaba 

leyendo un tebeo y que estaba muy entretenida, que me 

"vigilara", no fuera a ser que hiciera 

"alguna de las mías.

Mis memorias

    Pues bien , al cabo de un buen rato, sube una vecina , que tenía una zapatería debajo,del primer piso que era donde vivíamos nosotros, según mi madre, me dijo que dicha vecina estaba pálida como la leche,del pánico que tenia , por miedo de que me podría caer en cualquier momento de la ventana del baño. Según me relataron mis padres, se ve que me había subido primero al bidé ,luego a la taza del retrete y por ultimo a la bañera y de ahí me agarre a la ventana ,pero no ,no me asome, sino que tuve la valiente osadía de colgarme hacia fuera y saludar a todo viandante con la otra mano que tenía libre. En esto se acerca mi madre y me coge sigilosamente sin reñirme para no asustarme.

 Otra de mis peripecias fue , que teníamos ,en el comedor o 

en la cocina , una mano de plátanos ,yo estaba sentada al 

lado de dicha mano, en el suelo, e iba comiendo un plátano detrás de 

otro, así que me comí un total de dieciocho plátanos , no,no me sentaron mal, según le comento el médico a mi madre, que al estar en su sazón no hacen daño.

  Otra de mis " aventurillas" , ya mas pacificas, y a la par un poco graciosas, es la siguiente :

Sesión de maquillaje

Un día vino una vecina, de nuestra escalera, con su hija, y le preguntó a mi madre que si podía dejar a su hija en nuestra casa mientras ella iba al médico, mi madre le 

contestó,- que no había ningún problema en que se 

quedara con nosotros.- Al mismo tiempo la susodicha 

vecina ,dejo encima de la mesa un neceser pequeño con los accesorios de maquillaje, en un descuido de mi madre, ambas , cogimos el neceser y nos 

metimos debajo de la mesa, y muy dispuestas, se ve que nos 

maquillamos la una a la otra, porque cuando nos vio mi madre, según me 

contó ella, parecíamos dos payasos, porque nos habíamos pintado los labios por encima (alrededor),y los párpados.

 Otra investigación de las mías podría decirse que fue el día que decidí ver como funcionaba la maquina de coser, era de la marca Singer, de las primeras,que tenia el pedal y el volante para ponerla en función, no se como lo hice, según me dijo mi madre, -que no escarmenté con hacerlo una vez sino que lo hice dos veces mas-, se me clavo la aguja en mitad de la uña, del dedo pulgar, atravesando el dedo. Y que ella fue la que saco, con calma y paciencia, la aguja del dedo. Poco a poco.¡Hay que ver la paciencia, y el " estomago " que tuvo para sacarme la aguja poco a poco. Esta ya es mas suave .

Cambio de cama

Un día que mis progenitores y mi hermana estaban durmiendo la siesta, yo decidí ir a la casa de los vecinos de al lado -todos los que residían en nuestro bloque" eran

españoles, porque Malabo es una colonia, española,- ellos 

, no tenían hijos-. Cuando se despertaron mis padres , al no encontrarme en casa, llamaron en la casa de los vecinos, para preguntarles ¿si yo estaba con ellos? , cual fue su sorpresa que cuando fueron a su habitación me 

encontraron en su cama durmiendo. ¿Qué cómo me colé en su casa?, muy sencillo, según me han contado, es que teníamos una especie de trampilla en el bajo de la puerta con un espacio suficiente por donde podía pasar un niño pequeño. Eso lo tenían todas las puertas de todas las viviendas.

¡Ah, en la ventana del baño después de la osadía que r e a l i c e , m i padre coloco unos listones d e m a d e r a para que no hiciera otra vez l a m i s m a prueba".

 Mis memorias

  Esta otra Es a la que titulo 

"saber idiomas"

es mas de sorpresa so que de tener el corazón en un puño". Uno de los días en que venia el panadero - que era de origen Guineano- me preguntó, en su dialecto, que es pichinglis, -mezcla de ingles y el suyo- ¿Quieres pan?, yo le conteste en pichinglis, que si . Mi madre se quedo sorprendida, porque no sabia que yo supiera y entendiera dicho dialecto.

 - Después de estar Cerca allí cuatro años viviendo , dicen que los niños pequeños aprenden enseguida el idioma del lugar donde residen-, es normal que algo me quedara ¿No?.

Otra de mis aventuras es la de 

comprobando la sazón de los plátanos.

Un día que mis padres tenían en el balcón una piña de plátanos, esta servidora que estaba al lado, fui cogiendo uno tras otro "comprobando" si estaban maduros, no, no me valió con condene uno, sino que me comí un total de dieciocho plátanos nada mas y nada menos. ¡ No, no me sentaron mal, por lo que le oí comentar a mis padres cuando me lo narraron, puesto que al haber madurado en el árbol , están en su sazón , ya que en Malabo los recolectaban cuando ya estaban maduros. Pero en cambio cuando me comí dos plátanos en Ferrol, me sentaron mal. Miña nai me llevo al medico y le comentó lo sucedido en Guinea, el facultativo le explico que aquí en España la fruta no la dejan madurar en el árbol, ya que la recolectan cuando le faltan unos cuantos días para madurar, con el motivo de que no se les estropee en el transporte, y cuando llega a su lugar la meten en las cámaras frigoríficas y es donde terminan 

de madurar, y es por eso que ahí en Ferrol me dio una indigestión a causa de los platanos.


MALABO

que se encuentra 

En la isla de Bioko,

que fue allá 

por el año 59 Colonia española, 

es la capital de Guinea Ecuatorial, 

donde hay dos climas, 

el húmedo y el seco,

donde los pastores llevaban 

a sus ovejas a la zona seca 

cuando en una de sus zonas

era la temporada húmeda,

para esquilarlas

lugar 

de encanto que a las seis 

de la madrugada

ya era de día, 

el lugar donde unos años vivimos 

paraíso tropical,

el jardín

del Eden donde mi infancia

vivi

en el que según nos contaban 

nuestros padres, 

que plantabas una semilla

al día 

siguiente brotaba 

al tercero habia crecido 

diez centímetros, 

en el vergel que paseabas 

por sus llanuras coloradas 

que dabas

una palmada

y veias que el color se disipaba 

eran cangrejos colorados 

de tierra, 

oasis donde las hojas de las planetas

eran enormes

tanto que te servían de sombrilla

para taparte del sol

en el que su dialecto 

es el pamue y el pichingles, 

mezcla de pamue e inglés, 

donde celebraban las fiestas 

de Navidad bailando ,sus baleles , 

grupos de nativos,

se pasaban todo el día 

y la noche bailando 

prado que vi 

ayer por la tele,

que mi mente me hizo pasar 

parte de esta madrugada

recordando detalles narrados 

de mis padres

junto con los objetos y

abalorios de decoración

del hogar ,

accesorios de decoración

para llevar puestos,

más cerraba los ojos 

en mi mente los rememoraba

una y otra vez

todas las veces que los cerrase

por mucho que quisiera relajarme 

me volvían a la mente.

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